[Historia] Sol y Luna - Capitulo 1




Capítulo I
Entre luz y oscuridad


New York, Octubre 2012

Mi vida no era como la de cualquier otra chica de veintidós años, bueno casi veintitrés, con algunos fantasmas del pasado aprendí a lidiar con la realidad y luego de aquella noche no volví a ser la misma; me tomo tiempo asimilar y entender que las cosas no se borran de la mente porque si, y aun los malos recuerdos vienen a mi mente como un baño de agua templada.

A mi corta edad entendía del sufrimiento, el dolor, el desamor, y todas las cosas negativas de la vida o valla si no la gran mayoría, solo agradecía eternamente que mi poca felicidad no se viera truncada, aunque como todo, eso también posee fecha de vencimiento porque una parte de mi se fue con ellos.

Si, los seres que me dieron la vida, aquellos que me dieron amor, alegría, compañía, ganas de volver a vivir, mis padres y mis hermanos, todos ellos habían desaparecido.

Un día la desgracia toco a nuestra puerta, para acabar con la felicidad de mi realidad y abrir de nuevo la herida que reposaba en mi corazón, esta vez más profunda, más viva, alguien nos quería muertos, recuerdo ese triste día en donde todos nos reunimos en casa para cenar, disfrutábamos amenamente de la comida, estas situaciones no se daban muy a menudo así que mama preparo unas riquísimas Arepas de Reina Pepiada1, al terminar agradecimos inmensamente el gesto de añadir de nuevo una receta tradicional de nuestra cultura venezolana.

Y en unos momentos las risas eran cambiadas por caras de asombro y pánico,  una fuerte explosión se escucho en la habitación, para ser mas especifica en la habitación de mis padres, al acércanos algunos metros otra explosión retumbo en el lugar, esta vez en la habitación de mis hermanos, todo era consumido por el fuego y luego de algunos minutos otras tres detonaciones seguidas se hicieron presentes dando por sentado que todas las habitaciones superiores estaban ardiendo en llamas.

Bajamos por las escaleras lo más rápido posible corriendo hacia la puerta principal intentando huir pero todo esfuerzo era en vano, las puertas, ventanas, y cualquier otra vía de escape accesible estaba bloqueada.
El pánico y el horror se colaron en el lugar, los nervios estaban en su máximo y una nueva explosión esta vez en la cocina nos alarmo, teníamos que salir de allí solo quedaban dos habitaciones libres; la biblioteca y el comedor.

Todos corrimos solo hicimos eso, en momentos como esos no nos deteníamos a pensar con calma, mientras aguardamos en la biblioteca a la espera de una nueva explosión o algo peor. Apenas note que traiga mi teléfono celular marque a emergencias y luego de varios datos los bomberos y cuerpos policiales estaban en camino, sin embargo la sensación extraña que tenia no era para tranquilizarme mas no preferí alarmar aun mas a mi familia de por si yo era la más tranquila en la habitación.

Algunos pasos se escucharon desde el otro lado, y la tensión aumento, mi presentimiento era más fuerte, los pasos se silenciaron y mi respiración bajo las velocidades pero aun el presentimiento estaba allí como un fuego que se extendía aun más.

Mis dedos temblorosos buscaron de nuevo mi móvil esta vez le enviaría un mensaje a Tomy el vendría a ayudarnos, “Ayúdame, la casa arde en fuego y todos estamos aquí, por favor no nos abandones…” rezaba el mensaje cuando presione la tecla para enviarlo mientras mis ojos abiertos se encontraron a tres sujetos encapuchados y letalmente armados.

Uno de ellos no me quitaba la mirada, podría jurar que ni siquiera pestañaba luego susurro algo al oído de sus compañeros y fue el comienzo del fin, ellos contra nosotros, así comenzó la tortura.

Golpearon a mi padre y a mi madre varias veces, sangrando y con lagrimas corriendo por sus mejillas suplicaban que los dejaran vivir pero era como si no los escucharan, seguían en lo suyo. Un par de minutos después los amarraron, los bomberos aun no llegaban, el pánico creció cuando amarados los levantaron y se los llevaron a algún sitio fuera de la casa.

Luego fue el turno de mis hermanos gemelos Antonio y Anthony, fueron golpeados de igual forma que mis padres, podría decir que peor aquellos hombres en medio del dolor solo reían y se burlaban de ellos, me partía el alma en mil pedazos.

Mi pánico era tal que no me permitía mover, yo aun observaba a aquel sujeto mientras las lagrimas brotaban por mis mejillas sin poder contenerlas, si el dolor que sentía al ver así a mis padres me había golpeado como un fuerte mazo, al ver a mis hermanos allí indefensos era como inyectarme veneno directamente en la yugular lo más doloroso era que el dolor aun no acabaría, solo era el comienzo de un túnel sin luz.

De igual forma se llevaron a mis hermanos, arrastrándolos como un saco por la alfombra, solo quedábamos Emma y yo, al regresar los sujetos armados le indicaron a mi hermana que se levantara mientras observaba la escena aquel chico aun recostado a la puerta se abría paso hacia mí, sentía mi corazón latir a una velocidad atroz mientras la sangre golpeaba en todo el cuerpo como una fiera encerrada.

Uno de los sujetos, tomo a mi hermana y la abofeteo, el otro le propino un golpe seco en las costillas haciendo que cállela arrodillada, en su cara el dolor era notorio pero ella era lo suficientemente fría como para no darle el gusto de verla llorar, aunque contuviera las lagrimas no las soltaría, siempre había sido así una mujer fría que no mostraba sentimiento alguno, mientras tanto yo yacía aun en el suelo sollozando en silencio y con un hombre desconocido a pocos metros de mi y con arma que el cualquier momento accionaria.

Los golpes volvieron a acaparar mi atención mientras mi hermana era llevada al suelo, uno de ellos la sostenía, el otro desabrochaba su correa con gran rapidez, eso acabo con la poca cordura que me quedaba. – Déjala imbécil – grite. Mientras el chico a mi lado tiro con fuerza de mi cabello halándome hacia atrás y tapando mi boca con una de sus manos.

-        Cállate perra – susurro a mi odio. – tu imbécil limítate a hacer lo que te indique – le grito al sujeto que pronto subiría el cierre de su pantalón y abrocharía su correa.

Su irritación al no lograr su cometido alcanzo a mi hermana y otro golpe esta vez mas fuerte resonó en la habitación mientras la arrastraban de igual forma que mis hermanos no sin antes dar un portazo.

-      Ahora es tu turno - susurro con una sonrisa mientras me soltaba.
-          Si vas a matarme termina con esta maldita pesadilla – bufe mientras mi mano impactaba su mejilla.
-         No me retes, no estás en posición de ello – añadió mientras su puño impacto mi labio inferior haciendo que sangrara.

Solo pedía que el túnel no fuera realmente como creía, que realmente existiera un rayo de luz entre tanta oscuridad.

En esa milésima de segundo me desconecte de la dolorosa realidad tan solo para volverme a sumir en ella, esta vez a mis diecinueve años, rememorando cada detalle, cada golpe, aquellos que aun me negaba a superar, esos que dolían no solo en el impacto sino en el recuerdo de la persona quien los propino.

Los golpes que solo dieron a una sola dirección, el corazón, aquel hermoso tesoro que fue magullado, y estrujado hasta su agotamiento, todo porque lo que podía dar, ya lo había absorbido un sentimiento mejor, la mentira, aquel pequeño musculo que latía incontrolable al verlo, ese que dio todo lo que tenia en todas las formas humanamente posibles y no basto, su mentira ocupaba mas lugar que un vil pedazo de carne y decidió acabar con él, matarlo, pisotearlo como algo sin valor comenzando a planear su final, dolorosa y tajantemente, sin ningún sedante que pudiese calmar el ardor, la agonía.

Al final, solo quedo una pequeña parte, un pequeño trozo de corazón lastimado, sangrando, con el tiempo las heridas curaron, pero no hay tiempo que borre cicatrices, no había forma que aquel corazón remendado volviera a ser lo mismo, era como los trozos de tabla que martillan y luego quitan el clavo, creerán que será lo mismo pero nunca mas podrás borrar la marca de sus betas.

Así me encontraba yo y mi corazón, con grandes marcas, y cuando creí que todo lo superaría mi memoria jugaba sucio y volvía a revelar el pasado, revivía el dolor una y otra vez, recordando aquello que no quería recordar…

New York, Octubre 2008

-        Hey, regresa aquí con mi regalo – bufe escaleras arriba.
-       No Ambar, lo abrirás cuando soples las velas – comento Tomy a mi lado guardando la pequeña caja en una gaveta con llave.
-       No es justo, ya tengo 19 – refunfuñe.
-       Vamos a comer torta pequeña – añadió regalándome una gran sonrisa y empujándome hacia el comedor.

Todos rodeaban la torta de dos pisos que se encontraba en la gran mesa de cristal situada en el amplio comedor, padres, amigos de la infancia y de escuela estaban allí, mi novio, mi mejor amigo, la señora Caroline mano derecha de la familia y en el fondo observando detenidamente su hijo, un chico musculoso de finos rasgos, algo mayor que los jóvenes presentes. El prestaba especial atención en mi, observaba cada mínimo detalle de lo que llevaba, mis gestos, y mis nervios me empezaban a delatar, mis gruesos y espesos rulos de color castaño caían a un poco más de la mitad de la espalda, mientras todos coreaban y cantaban el cumpleaños, el, me observaba detenidamente como un tesoro y justo antes de terminar las notas se acerco a la mesa a esperar a que pidiera mi deseo y soplara las velas.

El pastel era cubierto de una fina capa de fondant blanco, decorado con hilos color rosa pálido en la parte superior junto al mensaje “Feliz Cumpleaños Ambar” que era leído por el chico observador, sobre este dos velas formando el número del cumpleaños que esta vez era el numero diecinueve, yo estaba realmente feliz era como regresar a mi infancia, cada año mi cumpleaños y el de Tomy eran festejados con grandes fiestas amenas, alegres, y por supuesto acorde a nuestras edades.

En un instante el silencio dio paso seguido a los aplausos, y simplemente cerré los ojos y pedí un deseo, inclinándome un poco hacia la mesa sople las velas y di gracias a Dios por un año más de vida; sonreí incorporándome de nuevo junto al pastel.

Mi novio, con el cual mantenía una relación desde hace un año fue el primero en abrazarme depositando un suave beso en mis labios y susurrando sobre ellos un sutil – Te amo -. Seguidamente Tomy me abrazo fuertemente susurrando unas palabras en mi oído que hicieron que mi sonrisa apareciera en forma instantánea, a un costado estaban mis padres con un brillo particular en sus ojos demostrándome el inmenso amor que me tenían, seguidos de ellos mis hermanos gemelos, alegres como siempre diciendo que ya era un año más vieja.

Mi hermana mayor fue la siguiente, dándome un ligero abrazo apenas rozando la espalda y regalándome una sonrisa falsa, realmente era tan fría, dentro del momento los padres de Tomy se unieron para abrazarme, era como su hija, aquella que nunca pudieron tener, para mi eran mis segundos padres, realmente me sentía afortunada. El hermano menor de Tomy, Ricky hizo acto de presencia abrazándome y regalándome un sincero y cálido – Felicidades -.

Los demás compañeros de infancia, clases, academia y demás me abrazaron y luego de un rato la fiesta continúo, gracias a Dios porque realmente abrazar a más de cincuenta personas es agotador.
La música era alta, las notas de Shakira hacían eco en todos los rincones del lugar, yo y Tomy nos escabullimos para subir a su habitación en donde aguardaba mi regalo, el más esperado por mí en todo el día.

Entregándome el obsequio y ansiosa, con una gran sonrisa desate el lazo que cubría la pequeña caja color lila, retire la tapa superior y una hermosa cadena de oro con un dije de sol y luna en oro con una piedra color ámbar en su centro asomaba desde adentro. – Es maravilloso – susurre. Alce mi rostro encontrándome con la mirada de Tomy que estaba sentado frente a mi observando mis reacciones, no hable, solo lo mire y el hacía lo mismo, demostrando sentimientos que estaba de mas expresar en palabras.

Sobre el cuello de él, brillaba de igual manera una hermosa cadena a juego pero su piedra era en tono más oscuro, diversos tonos azules.

Saque con cuidado la pequeña cadena de la caja y pedí que me la colocara. – Será un placer – alcanzo a decir mientras con sus dedos temblorosos rosaba mi cuello en busca de los broches de la exquisita joya.

-        No sé qué decir, han sido tantos años de amistad – susurre mientras mis brazos se amarraban a su cuerpo.
-       Un… gracias es suficiente – logro articular.
-       Millones de gracias no son suficientes, tu amistad y tú han sido y serán lo más importante en mi vida – añadí aun en su regazo.
-        Llévala siempre contigo – dijo Tomy mientras se alejo y deposito un beso en mi frente.



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Nota: Holaaa aquí por fin logre publicar el primer capitulo de esta historia que anhelo sea de su agrado, ayer no pude por cuestiones de tiempo pero ya esta, por fin, espero comentarios positivos, constructivos y demás todos con el debido respeto serán bienvenidos.

Desde ya les informo que la publicación sera de 1 capitulo por semana, lo mas probable que sea los días viernes o sábado =) nos leemos un beso enorme.

Comentarios

  1. Hola! Como estas?
    Te deje un premio en mi blog!
    http://tsubasanoakari.blogspot.com.ar/2013/01/premio-liebster-blog.html

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